Esta novela fue publicada en 1999 seguida del relato Azar en la Editorial Gallimard. Aunque publicados en el mismo año, estos dos textos recopilados en un mismo libro han sido escritos en periodos diferentes, pero tratan temas en común: el amor, la naturaleza, la violencia: “Il m’a semblé qu’ils parlaient du même apprentissage, de l’amour de la nature, du mal aussi. Mais au moment de les réunir, je ne sais plus très bien lequel est le miroir de l'autre. ˮ (Le Clézio, Contraportada).

El epígrafe explica el origen del título: Angoli Mala es el nombre dado a un hombre que se volvió loco y fue sanado por Gautama, llamado “Bouddha, l’Illuminéˮ (243) y que se convierte de cierta manera en un contrabandista.

La historia ocurre en el Darien, una zona de ciénaga y de bosque tropical situada entre Colombia y Panamá, una región mítica y de difícil acceso, llamada precisamente “el tapón del Darien”. Conocida por ser una zona bananera, es también el puente entre América del Sur y América Central, lo que hace que sea la región de los contabandistas, de los traficantes de droga. Es allí donde viven dos de las últimas poblaciones indígenas de Colombia : los Embera-Waunana y los Katíos. El personaje principal de la novela, Bravito, es “un jeune Indien de la tribu des Waunanas, svelte et fortˮ (245).

Le Clézio, que conoce muy bien esta región por haber vivido allí varios años, de 1970 à 1974, presenta las dificultades de vivir en la localidad, Tres Bocasˮ,à la limite du monde sauvageˮ (255), como las costumbres de las poblaciones indígenas – ​​ las fiestas rituales, los bailes como la cumbia – reflejadas por los diferentes personajes , como Elvira, la bailarina y cantante con quien Bravito tiene un amorío. Esta joven ​​ de beau visage, aux pommettes hautes, [avec] une chevelure magnifique et sauvageˮ (254), de una preciosaˮ y puraˮ voz que tiene el poder de alabar y de llamar a los muertos, se inspira de una persona que el autor encontró durante su estancia con los Emberas. Jean-Marie Le Clézio le dedica de hecho su Discurso de Estocolmo :

Ella era poesía en acción, teatro antiguo, y la más contemporánea de todas las novelas al mismo tiempo. Ella era todas esas cosas con fuego, con violencia; ella inventó, en la oscuridad del bosque, entre el envolvente sonido de insectos y ranas y el aleteo de los murciélagos, una sensación que no podía ser llamada de otra manera más que belleza. Como si en su canción ella cargara el auténtico poder de la naturaleza, y ésta era seguramente la mayor paradoja: que este lugar aislado, este bosque, tan lejos como podía imaginarlo de la sofisticación de la literatura, era el sitio donde el arte había encontrado su más fuerte, su más auténtica expresión.

Contada por un narrador heterodiegético, la historia se construye alrededor de la experiencia del regreso de Bravito al pueblo indio. Le acompaña una historia de amor con una joven mestiza, Nina: una historia trágica que tiene como objetivo aislar a Bravito que deja el mundo de los hombres y le conduce a una muerte violenta bajo las balas de los guardias.

A semejanza de otros personajes de Le Clézio, Bravito fue adoptado, en este caso por un pastor negro americano quien lo instruyó con la misión de difundir a su vez el Evangelio en el pueblo. Nos encontramos aquí con una temática propia al autor : el misticismo y el regreso necesario a los orígenes. Pero si Bravito es el reflejo de este deseo de Le Clézio de preservar la cultura de su nacimiento, las costumbres y las tradiciones, en este caso, la reintegración de Bravito a la sociedad india es más bien un redescubrimiento que implica una iniciación: “Il avait dû tout apprendre : à travailler tôt chaque matin […] Il avait dû apprendre à marcher dans la forêt sans se perdre ni faire de bruit […]. Il avait dû surtout apprendre à parler la langue de sa tribu. ˮ (247)

A la historia de Bravito se opone la de Nina, que solo sueña con dejar este lugar en tensión entre los contrabandistas, los pueblos aborígenes luchando para sobrevivir, los ricos colonos, Morgan y Schelling, preparados para destruir el bosque para entregarse, con el pretexto de buscar oro, a un tráfico de “huacas, les sépultures précolombiennes ˮ (302), y un pueblo sometido al mercado propuesto porque no tienen con qué alimentarse.

A pesar de sus puntos de vista divergentes, Bravito y Nina están unidos por un amor pasional, fusional. Bravito, que había decidido ir a buscar a Nina para huir con ella de la violencia de los contrabandistas, encuentra la casa vacía, los padres de la joven asesinados. Nina había desaparecido misteriosamente para siempre y con ella los sueños de Bravito: “l’eau était immense et belle comme un miroir éteint par la nuit. Elle disparut d’un seul coup […]ˮ (289). Después de este episodio, se volvió loco, mata a su vez a los asesinos y luego se hace un collar con los dedos. Siempre en busca de Nina, penetra en la selva. Nina le había hablado de un lugar llamado “le dindon sauvage”, un lugar casi encantado, formando parte seguramente de los mitos del Darien: “les Indiens racontent qu’en haut de cette vallée, quand on passe les gorges, on arrive dans un cirque, et là, sur la montagne, il y a une grande peinture jaune et noire qui représente un dindon sauvage ˮ (302). Llevado por el deseo de encontrar a la hermosa mestiza y de huir de la policia, Bravito cruza la frontera del lugar mítico donde vive durante años en una perfecta armonía con el entorno natural y la fauna salvaje (un jaguar, des jabalíes). Él mismo se convierte en un mito: “La légende de l’homme sauvage avait traversé les frontières ˮ (311).

Sin embargo el sargento Torre, un oficial de la policía que había hecho un pacto con los contrabandistas, sus proveedores de droga, y se encontraba así entre amabas partes, y a veces en ambos lados, conseguirá con la dulzura de sus palabras, que Bravito deje este paraíso terrestre y le siga. Dejando la protección de la selva, se expone a las balas de los guardias, mientras que el Sargento Torre es arrestado. El regreso de Bravito a los humanos termina trágicamente.

Esta relato novelesco pone de relieve la precaridad de los personajes. Le Clézio insiste en “la détresse matérielle et morale qui frappe ces populations victimes « des injustices et des maux apportés par le capitalisme occidental – [incarné par les trafiquants Morgan et Schelling] – : prostitution, pauvreté, trafic de cocaïne, alcoolisme ˮ (Salles, 2006, p. 86) Así lo atestiguan las borracheras semanales, las fiestas también, donde la violencia se manifiesta a través de las diferentes peleas. El pueblo únicamente trabaja y se divierte. El dinero no tiene valor puesto que sólo sirve para hacer cambios en una economía de trueque: trabajo contra diversión.

Bravito, en medio de las dificultades, descubre también estos festejos. Sin embargo, Nina va a transformar su vida acercándolo a la naturaleza. El narrador introduce al lector en esta selva virgen donde los héroes de la historia se fusionan con los elementos insistiendo en el hecho de que se trata de una naturaleza fuerte, difícil con sus selvas espesas, sus torrentes, sus sitios de difícil acceso a causa de las tempestades y de las lluvias torrenciales, como este lugar llamado el “dindon sauvage”. La selva se vuelve un lugar de formación y de transformación para el joven Bravito. Nina nos recuerda a Ouma en el Buscador de Oro por su calidad de iniciadora a la felicidad que procuran los elementos esenciales de la naturaleza. Estas dos historias también están unidas por la intensidad de la relación amorosa.

El mestizaje es de la misma manera un tema importante en esta obra. El pastor que adoptó a Bravito es “un noir améicain ˮ. Luego, nos encontramos con varias referencias a la diversidad cultural de esta región y sobretodo a los cimarrones, palabra que significa “salvaje ˮ y se refiere igualmente a los esclavos que han huido para recuperar la libertad. Le Clézio exalta de esta manera la diversidad y el mestizaje de las culturas a través de todos los tiempos y en todos los lugares del universo.

No obstante, para terminar la obra, lo que llama la atención es el pesimismo de este breve relato que enfatiza las discriminaciones y las diferentes formas de racismo. Los colonos blancos, Shelling y Morgan, quieren apropiarse del territorio y están dispuestos a hacer cualquier cosa para realizar sus proyectos, destruyendo las propiedades y viviendas de los Indios: “Il [Morgan] voulait chasser les Indiens de leurs terres pour construire une piste pour son hélicoptère ˮ (311). Por su parte, los Indios ven a Bravito como un extranjero que apodan “cholito”, con un tono despectivo, porque vivió en la cuidad y no conocía, cuando volvió, las tradiciones y las costumbres de “Tres Bocas ˮ. Los Negros perciben a los Indios como si les fuesen inferiores a ellos y este desprecio se manifiesta varias veces: “Elle leur parla en espagnol avec cette assurance dédaigneuse que les noirs avaient pour les siespiem, les gens de la forêt ”(250) El Indio se sitúa en lo más bajo de la escala y estas palabras lo muestran : “Il avait pensé que dans la forêt, il était l’égal de n’importe qui. […] Il n’était qu’un Indien, un cholo qui se tait et baisse la tête quand on lui parle. ˮ (251) En el pasado, se hacía una distinción entre las personas en Colombia para referirse a las diferentes mezclas entre la población (negro, blanco, indio) a través de la utilización de términos particulares como en el relato : siespem, cholo, mulato, mestiza, Indio, zambo. Esta realidad es menos visible hoy en día en el país donde estos términos tienen tendencia a no utilizarse más y donde la distinción ya no se puede hacer.

Si, como lo afirma Raymond M’Bassi Ateba, “Le Clézio fait [de la culture], le lieu de rencontre de l’humain, où le fait culturel le plus banalement particulier connote l’universel ˮ (2011, 148), esta novela sugiere que el combate por preservar las culturas en su diversidad, por el respeto del otro y lo intercultural como garantes de la paz, sigue de actualidad en todo el mundo.

Yonay Constansa Pinto

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

J.M.G LE CLÉZIO, Hasard et Angoli Mala, Gallimard, Coll. « Folio », 1999 ; Le Discours de Stockholm ; M’BASSI ATEBA, Raymond, « Articuler le local au global : Le Clézio et la coexistence des savoirs culturels », Les Cahiers J.-M.G. Le Clézio, n° 3-4, Paris, édit. Complicités, 2011, p. 137-152 ; SALLES, Marina, Le Clézio, notre contemporain, Rennes Presses universitaires de Rennes, 2006 ; Le Clézio « Peintre de la vie moderne », Paris, L’Harmattan, 2007 ; THIBAULT, Bruno, J.M.G. Le Clézio et la métaphore exotique, Amsterdam, Rodopi, 2009.